Chakras

Chakras

El primero hace que tengamos ganas de vivir aquí y ahora, de aceptar el mundo tal como es.

Se encuentra entre los genitales y el ano y se trabaja a cierta distancia. Se le atribuye la necesidad de alimento, de trabajo, de bienes materiales, de independencia.

Cuando está desequilibrado nos encontramos con un tono vital muy bajo produciendo baja presión arterial, mareos, depresión, leucemia, anemia… todo lo relativo a la sangre; fatiga, exceso de peso, baja forma corporal. Miedo, agresividad, impaciencia, desorganización del tiempo; dependencias emocionales y terror a la muerte.

Se corresponde con las glándulas suprarrenales que producen la adrenalina y que tienen como función regular la temperatura del cuerpo y actuar, en caso necesario, para reacciones inmediatas y de emergencia.

Este Chakra se encarga de la salud de la columna vertebral, riñones, huesos, intestino grueso, ano y recto.

Se ocupa de la reproducción de la especie, las relaciones afectivas, el placer sexual; la curiosidad por ver las cosas y el mundo, el placer, el arte, las emociones.

Se encuentra situado a dos dedos por debajo del ombligo. Es el que nos hace amar a la vida, sin límites. Cuando tiene nudos energéticos se convierte en una verdadera fuente de miedos, fobias, paranoias y productos nefastos de nuestra mente, como los fantasmas del odio, el miedo, la envidia. Se convierte en el percusor de las enfermedades mentales. Produce miedo al acercamiento a otras personas, repugnancia o miedo a la sexualidad; manía por la limpieza y la enfermedad, miedo a las bacterias, virus y la suciedad en general; genera mentes centradas exclusivamente en la razón. Dolores crónicos, eyaculación precoz, anorgasmia, frigidez, impotencia; miedo a las alturas o a caerse, problemas graves relacionados con la laringe, la faringe, las anginas; saliva, bilis, vejiga y glándulas linfáticas. Se encarga del buen funcionamiento de los órganos reproductores, ovarios, testículos y próstata.

Es la personalidad, la mente racional, la vitalidad, la comunicación, la autoestima; la voluntad de saber y aprender, el deseo de participar en la vida como uno más; la capacidad de vivir en armonía con los demás. Es un Chakra muy poderoso que nos lleva a la autoaceptación. Se localiza en el plexo solar. Está directamente relacionado con nuestro ego, de ahí la importancia de su buen funcionamiento y también porque absorbe la energía de los dos primeros. Su mal funcionamiento hace que nos mostremos egoístas, intolerantes, despreciando a los demás; imponiendo nuestras ideas. Controla el estómago, la musculatura abdominal, el hígado, el bazo, el páncreas y las glándulas salivares. Si está obstruido, generará sentimientos de inferioridad, baja autoestima; dispersará la lógica, la razón y generará patologías psicológicas. Problemas como diabetes, alergias, sinusitis e insomnio. Ambición, falta de escrúpulos para alcanzar lo que se desea, compras compulsivas y deseo de poder, llegando al punto, para alcanzarlo, de superar los propios medios; poniendo así en peligro nuestra integridad, nuestro estatus económico, nuestra familia, etc.

Representa al amor en su estado más puro, la relación con todo y con todos.

Se encuentra en el corazón, ligeramente a la izquierda y su centro es la glándula Timo que regula el crecimiento (en la infancia) dirige el sistema linfático y la fortaleza del sistema inmunológico.

Da un sentido pleno a nuestra existencia. Cuando está desequilibrado no somos capaces de amar plenamente, nos sentimos ajenos a la vida, como si nuestra cotidianidad no fuera con nosotros; de esos sentimientos surgen la soledad y la agresividad. Los bloqueos aquí llegan a tomar dimensiones importantes, como poner condiciones a los demás, fuera de lugar: «Si no haces lo que te pido es porque no me amas». Amores sofocantes, celos desmedidos, neuróticos. Físicamente producen síndrome de pánico, palpitaciones, arritmia, presión alta, acidez de estómago, calambres, cáncer, problemas con el colesterol e infartos tanto cardíacos como cerebrales por el acumulo de sustancias nocivas en las arterias produciendo su estrechez.

Es la comunicación externa y la autoexpresión, se encuentra en la garganta.

Gobierna la postura del cuerpo, como caminamos, como nos movemos; la capacidad de asimilar y entender lo que recibimos. También el paladar, el olfato, la vista y la audición; los cinco sentidos. Nuestro papel en la sociedad y el trabajo, responsabilidad, criterio, iniciativa y disciplina.

Cuando está desequilibrado aparece el miedo al fracaso, a la desaprobación social, a la crítica, por lo que adoptamos conductas agresivas para defendernos contra el medio; conductas que son excesivas, ya que todo lo que tememos es sólo producto de nuestra mente; adoptamos posiciones elevadas de orgullo, intolerancia, susceptibilidad y paranoia. Físicamente nos hace vulnerables a las afecciones virales y bacterianas, jaquecas, dolor de oídos y problemas dentales. Ronquera, tartamudez, placer por las discusiones debido a la necesidad de «decir y gritar» lo que siempre hemos callado o también lo contrario, problemas de afonía y tartamudez por no atrevernos a decirlo; deseos de cambiar al mundo de acuerdo a nuestros ideales. Regula el crecimiento del esqueleto así como su descalcificación, en las mujeres es importante tener en buen funcionamiento este Chakra; normaliza la absorción de hierro, yodo y calcio en el cuerpo. La traquea, el esófago, cuerdas vocales, laringe y esófago.

Se le conoce como el Chakra de los sentidos y como bien dice su sobrenombre, es el tercer ojo; se encuentra en el entrecejo un poco por encima de la linea de los ojos.

Es responsable de la parte superior de la cabeza, craneo, cerebro, cerebelo, ojos y oídos, pero de un modo más intuitivo que físico; es la intuición por excelencia, la videncia y la audiencia. Cuando se encuentra bloqueado nos tornamos confusos, negamos la evidencia queriendo sacar adelante nuestra razón por encima de todo; creemos que la vida en general está contra nosotros. Nuestras ideas no se corresponden con la realidad y se merma nuestro raciocinio llegando a contraer serios problemas mentales. Actúa directamente sobre la hipófisis, que regula la función de las demás glándulas, por lo que su mal funcionamiento causa síntomas de subjetividad, irritabilidad, inestabilidad y miedos irracionales.

Las personas que viven este bloqueo de forma permanente no consiguen nunca un trabajo estable, una pareja estable, una residencia.. No hacen raíces. Caen en fanatismos, les falta opinión propia y son víctimas fáciles de sectas destructivas. A menudo se quejan de no encontrar su camino; escapan en patologías como alcoholismo, autodestrucción, drogadicción, prostitución, delincuencia… También produce afecciones a los órganos visuales y de audición; como ceguera, cataratas, sordera y alucinaciones.

Este último chakra nos conecta con la espiritualidad, sea cual sea la de cada uno (la religión nada tiene que ver aquí) y nos hace comprender la Sabiduría Suprema.

Se encuentra en la parte superior de la cabeza. Es el más importante de todos y a la vez el más frágil, pues la energía no circulará por él si no lo hace por los anteriores, así que debemos sanarnos en nuestra totalidad y no por partes, como hace la medicina occidental.

Cuando está equilibrado tenemos vivencias muy personales, sensaciones más allá del plano físico; como la intuición, la compresión abstracta, el camino a seguir cuando nos asalta la duda, el sentimiento de libertad, el ser uno mismo sin ir por la vida dando tumbos sin rumbo y sin saber los porques de nuestra existencia. Da un verdadero sentido a nuestra vida y a la integración de nuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual. Es la conciencia y el conocimiento de nosotros mismos y de nuestra relación con los demás y la naturaleza. Es el camino de nuestro crecimiento personal, la visión global de lo que nos rodea, la posibilidad de lo impreciso, de lo ideal, de la consecución de metas no materiales. Corresponde a la glándula pineal, que actúa en el organismo como un todo, dándonos el sentido de la totalidad. Cuando está desequilibrado nos encontramos con una pubertad tardía, incluso nos quedamos en esa fase; es el no crecer como individuos. Acarrea intolerancia, una visión demasiado materialista y patologías como migraña, deseos desmesurados de posesión, neurosis y disfunciones de todo tipo del sistema nervioso, como histeria, esclerosis, esquizofrenia, trastornos de la personalidad, obsesiones, neurosis, entre otras.